ACTIVIDAD
Hacer un mapa
mental conceptual
LA
DESCOLONIZACIÓN DE ÁFRICA es un proceso de independencia de las naciones africanas que tuvo
lugar, principalmente, tras la Segunda Guerra Mundial, aunque Liberia, fundada
libre a mediados del siglo XIX, puede ser considerada el primer estado africano
descolonizado.
La mayor parte de África había sido
colonizada durante la Repartición de África, en medio del periodo conocido como
Nuevo Imperialismo, durante la segunda mitad del siglo XIX. Tras la Primera
Guerra Mundial, los movimientos independentistas africanos tomaron relevancia, que
culminaría en el proceso de descolonización. En algunos países la independencia
se obtuvo de forma pacífica, mientras que en otros se consiguió mediante el uso
de las armas. Entre estos últimos, la Guerra de Independencia de Argelia
(1954-1962) y la Guerra colonial portuguesa fueron las más violentas.
En 1959, la Unión Francesa se
convirtió en la Comunidad Francesa, con la notable excepción de Guinea, la cual
decidió su independencia en un referéndum; dos años más tarde, todas las
colonias francesas se independizaron. La descolonización, sin embargo, no ha
acabado, ya que el Sáhara Occidental sigue bajo administración colonial
española de jure, e invadido por Marruecos en virtud de los ilegalizados
Acuerdos de Madrid. Durante la Repartición de África en el siglo XIX, las
potencias europeas delimitaron África en la Conferencia de Berlín de 1884 y
1885. Ya en 1905, todo el suelo africano estaba controlado por las fuerzas
europeas. Gran Bretaña y Francia contaban con mayores posesiones, pero
Alemania, España, Italia, Bélgica y Portugal también tenían colonias. Las
consecuencias de este proceso de colonización fueron variadas, como la perdida
de recursos naturales, devastación económica, confusión cultural, división
geopolítica y subyugación política. Sin embargo, la dominación europea también
llevó mejores carreteras, vías de tren, puertos, hospitales, educación y
métodos modernos para la agricultura.
CAUSAS
La descolonización de África se basa
en tres circunstancias distintas: el deseo de los pueblos indígenas a
independizarse, la distracción europea por los asuntos mundiales y el
resentimiento popular contra el racismo y la desigualdad. El deseo africano de
independencia se basó en la contemplación de la exitosa revolución, y su
consecuente autogobierno, de India, dirigida por Mahatma Gandhi.
En segundo lugar, la descolonización
tuvo lugar en el ámbito internacional de la Guerra Fría. Debido a los esfuerzos
que la URSS llevaba a cabo para promulgar su ideología comunista, las potencias
europeas temían que sus colonias se volvieran hacia el comunismo como una forma
radical de obtener la independencia.
El racismo fue la tercera
circunstancia que afectó al proceso descolonizador. Las colonias africanas, a
diferencia de las colonias americanas, no tenían un mestizaje racial
importante, ya que los colonos europeos no se habían asentado y mezclado con
los nativos. En vez de eso, los prejuicios racistas habían calado hondo en la
conciencia europea, que veía a los africanos como inferiores, ya sea por las
diferencias culturales, la falta de participación política o la educación
inferior de los africanos. Tras la Segunda Guerra Mundial, y deseando quitarse
la carga económica de mantener grandes imperios, las fuerzas aliadas
prometieron la independencia de África.
La educación superior de ciertas
personas fue clave a la hora de informar y activar a las multitudes. Soldados
africanos que luchaban en el extranjero o estudiantes africanos que fueron
también al extranjero a estudiar, tomaron una visión más amplia del mundo y sus
opiniones contemporáneas.
Los líderes africanos se dieron
cuenta que África había sido clave a la hora de ganar la Segunda Guerra
Mundial. Algunos de estos líderes nacionalistas eran: Kenyatta (Kenia), Nkrumah
(Costa de Oro, hoy Ghana), Senghor (Senegal) y Houphouët-Boigny (Costa de
Marfil). Desde el punto de vista africano, las colonias estaban ayudando a sus
señores colonos a combatir a un enemigo desconocido sin mencionar la palabra
independencia. Algunos líderes como Verwoerd y Vorster de Sudáfrica apoyaron a
Hitler mientras que la mayoría de los gobernadores de las colonias francesas
reconocieron lealtad al gobierno de Vichy hasta 1943. La propaganda alemana
durante la guerra tuvo un papel muy importante en este desafío al poder
británico. Debido a que Japón había comenzado su proceso imperialista en el
lejano oriente, se produjo una escasez de materiales como el caucho y algunos
minerales. África se vio obligada a hacer frente a esta escasez, beneficiándose
grandemente de dicho cambio: las industrias locales emergentes trajeron nuevos
pueblos, y las ciudades existentes doblaron su tamaño. El crecimiento social e
industrial trajo más alfabetización y con ella los periódicos
pro-independentistas. En 1941, Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill se reunieron
para discutir cómo sería el mundo de la posguerra. El resultado fue la Carta
del Atlántico. Uno de los puntos de la carta, introducido por Roosevelt, fue la
autonomía de las colonias imperiales. Por lo tanto, tras la Segunda Guerra
Mundial, Gran Bretaña se vio presionada a cumplir los términos de la Carta.
EFECTOS
En la mayoría de las colonias
británicas y francesas, los dos mayores colonizadores de África, la transición
a la independencia se produjo de forma pacífica. En la conclusión de la descolonización,
África sufría una gran inestabilidad política, pobreza económica y dependencia
de las potencias debido a la deuda pública. La inestabilidad política nació de
la introducción en África de ideología marxista o de la influencia capitalista,
así como de las diferencias raciales, que incitaban a guerras civiles,
formándose grupos nacionalistas negros, que participaban en ataques violentos
contra los colonos blancos, intentando así poner fin al gobierno de la minoría
blanca.
Las fronteras decididas generalmente
de manera arbitraria por las potencias europeas durante la colonización fue
otra fuente de violencia, ya que algunas de las nuevas naciones no estaban de
acuerdo con el trazado de limites poco respetuosos de las comunidades. Aunque
la mayoría de las naciones africanas ya han aceptado sus fronteras, existen
disputas hoy en día como la de Chad y Libia, Etiopía y Somalia, o Nigeria y
Camerún. En un intento de influenciar al tercer mundo para adoptar su ideología
de capitalismo o comunismo, los Estados Unidos y la URSS dieron créditos de
comida y dinero a las naciones africanas. Para alimentar, educar y modernizar a
sus masas, África tomó prestado grandes cantidades de dinero de varias
naciones, banqueros y compañías. Como pago, los prestamistas trataron de
influenciar políticamente la situación africana. Sin embargo, el dinero
prestado no arregló la situación económica, ya que gran parte de ese dinero fue
despilfarrado por dictadores corruptos, ignorándose así asuntos sociales como
la educación, la salud y la estabilidad política.
POBLACIONES
AFRICANAS
La historia de África comienza con el
surgimiento de los primeros homínidos hace unos cinco millones de años y se
extiende hasta nuestros días. El periodo histórico de la Edad Antigua en África
incluye la aparición de la civilización egipcia, el posterior desarrollo de las
sociedades fuera del valle del Nilo y la interacción entre ellas y las
civilizaciones fuera de África. A fines del siglo VII el norte y este de África
fueron fuertemente influenciados por la expansión del Islam, propiciando la
aparición de nuevas culturas, tales como los pueblos suajili. Esto también
incrementó el tráfico árabe de esclavos, mismo que culminaría hasta el siglo
XIX. La historia africana precolonial se enfoca en la época que transcurre
entre comienzos del siglo XVI, caracterizada por el traslado de grandes
cantidades de pobladores africanos en calidad de esclavos al Nuevo Mundo, hasta
el inicio de la disputa europea por África. El periodo colonial africano
transcurrió desde finales de los años 1800 hasta el advenimiento de los
movimientos independentistas en 1951 cuando Libia se convirtió en la primera
colonia africana en ganar su independencia. La historia africana moderna ha
estado plagada de revoluciones y guerras, contando también, no obstante, con el
crecimiento de las economías de algunas naciones africanas a lo largo del
continente.
Los viejos prejuicios contra los
africanos de raza negra han hecho que hasta hace poco la historia africana
fuera narrada o representada de forma marcadamente eurocéntrica o racista. La
historia africana ha sido un reto para los investigadores dada la escasez de
fuentes escritas en grandes partes del África subsahariana, y también debido a
las opiniones contrastantes sobre lo que es y no es africano. Algunas técnicas
de estudio como el registro de la historia oral, la arqueología y la genética
—para rastrear el movimiento de los pueblos— han sido cruciales a la hora de
escribir la historia de varias regiones africanas que en el pasado había sido
un misterio.
La población africana en la sociedad
colonial
Durante la sociedad colonial la
población africana estuvo conformada por 3 grandes poblaciones:
1. Las personas africanas nacidas en
Africa, inventadas y llamadas por los españoles negros bozales. Hablaron muchas
lenguas y pertenecían a culturas muy diferentes.
2. Las personas africanas criollas,
inventadas y llamadas por los españoles "negros"., fueron los nacidos
en América de padres africanos.
3. Las personas afromestizas, fueron
de dos tipos:
* Africanos con indígenas, llamados
por el español zambos.
* Africanos con el español, llamados
por él mulatos.
Según el grado de pigmentación de la
piel, los españoles crearon numerosas denominaciones y castas del afromestizaje,
que comenzaban con la expresión negro, continuando con mulato, zambo, tercerón,
cuarterón, quinteron, tente en el aire, salto atrás y otras. Las palabras
creadas por los españoles siempre reafirmaron la deshumanización y
animalización de las personas africanas. Existió una escala de privilegios
basada en la claridad de la piel, y, la mayor cercanía a la piel blanca del
español se impuso como referente o valor de belleza y autoestima personal y
social. Todo esto quedó fijado en la mentalidad y el lenguaje a través de
expresiones como: mejorar la raza, dañar la raza, dañar la sangre de la
familia, arreglar la raza. Desde los españoles hasta hoy este fenómeno es
conocido como el blanqueamiento y es resultado de la institución española
llamada la pureza de sangre o sangre noble, que supuestamente poseían
exclusivamente los españoles.
Más de la mitad de la población de
África necesita alimentos. De manera urgente.
Según la Organización para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), 27 países del África subsahariana
necesitan ayuda inmediata.
Sin embargo, lo que parecen ser
desastres aislados, provocados por sequías o conflictos en países como Somalia,
Malawi, Níger, Kenia y Zimbabue, son en realidad problemas sistémicos.
La agricultura africana está en
crisis y, de acuerdo al Instituto de Investigación sobre las Políticas
Internacionales de Alimentación, la situación ha dejado a 200 millones de
personas con serios problemas de desnutrición.
La FAO cita problemas políticos -como
conflictos civiles, movimientos de refugiados y el retorno de muchos de estos-
en 15 de los 27 países que necesitan asistencia urgente.
En comparación, la sequía aparece en
sólo 12 países.
Las implicaciones son claras: años de
guerras en África, golpes de Estado y luchas civiles, son las responsables de
más hambre que los problemas naturales.
Temas críticos
Esencialmente, la hambruna en África
es producto de una serie de factores interrelacionados.
El continente es enorme y ningún
factor se le puede aplicar a un país en específico, pero existen cuatro
aspectos críticos:
Décadas de falta de inversión en
áreas rurales que tienen poca influencia política.
Las élites africanas responden a
presiones políticas, las cuales están ubicadas principalmente en pueblos y
ciudades.
A esta situación se le suma la
corrupción y el mal manejo de fondos, lo que los donantes denominan una falta
de gobierno responsable.
"Problemas como corrupción,
colusión y nepotismo pueden inhibir significativamente la capacidad de los
gobiernos para promover los esfuerzos en pro del desarrollo", señala un
comunicado del Instituto de Investigación sobre Políticas Internacionales de
Alimentación.
Guerras y conflicto político, cuyo
resultado es refugiados e inestabilidad.
En 2004, el director de la Comisión
de la Unión Africana, Alpha Oumar Konare, le recordó a los participantes de una
cumbre de la Unión Africana, que el continente ha padecido 186 golpes de Estado
y 26 grandes guerras en los últimos 50 años.
Los granjeros necesitan estabilidad y
certeza antes de que puedan producir lo que necesitan para alimentar a sus
familias y sus comunidades.
VIH/SIDA, que priva a las familias de
su mano de obra más productiva.
Éste es un problema particularmente
grave en el sur de África, donde más del 30% de los adultos sexualmente activos
son portadores del virus del VIH.
Según la agencia británica para el
desarrollo Oxfam, cuando un miembro de una familia es infectado, la producción
de alimentos puede reducirse en un 60%.
CRECIMIENTO DE LA POBLACION
DESCONTROLADA
Un informe del Fondo para la
Población de Naciones Unidas señala que "la población del África
subsahariana ha crecido más rápido que cualquier otra región en los últimos 30
años, a pesar de las millones de muertes por la pandemia del SIDA".
Entre 1975 y 2005 - "la población
aumentó 751 millones de personas". 2017-1186 millones de habitantes.
CONSECUENCIAS
Un continente que era autosuficiente en
cuestión alimentaria al momento de su independencia, hace 50 años, hoy es un
masivo importador de alimentos
El resultado es que un continente que
era autosuficiente en cuestión alimentaria al momento de su independencia, hace
50 años, hoy es un masivo importador de alimentos.
En el libro "La crisis
alimentaria africana" se muestra que en menos de 40 años África
subsahariana pasó de ser un exportador neto de productos de dieta básica a
depender de importaciones y de ayuda de alimentos.
Se argumenta incluso que desde la
independencia, la producción agrícola per cápita se ha mantenido estancada y en
varios países disminuyó.
Algunos activistas y académicos creen
que sólo cuando Occidente deje de inundar los mercados africanos con sus
productos, los granjeros de este continente podrán alimentar correctamente a
sus familias y comunidades.
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